En la mayoría de las operaciones industriales que implican movimientos de fluidos líquidos se utilizan bombas centrífugas cuyo eje está dispuesto en forma horizontal, con un rotor en voladizo o soportado entre ambos extremos de eje, a través de cojinetes independientes que se aíslan del fluido bombeado por cierres mecánicos. Esta configuración facilita la instalación del equipo y su posterior seguimiento operacional, permitiendo un mantenimiento predictivo y correctivo eficaz y sencillo pues todo el conjunto está a la vista y es accesible.
Sin embargo hay casos en los que el diseñador elige un arreglo de orientación vertical, bien sea por desconocimiento de un criterio de diseño asertivo, o simplemente porque no existe otra solución para manejar el fluido en las condiciones dadas (principalmente por bajo NPSH disponible). En estas circunstancias debería aplicarse un estricto criterio técnico-económico para confirmar que la última solución posible es la bomba vertical.
En términos generales, y de acuerdo al paso del fluido dentro de la bomba, existen dos arreglos: